Teletón va por sus pacientes a los cerros de Valparaíso
Fue así como desde el lunes y sorteando las dificultades de la emergencia, partieron tres ambulancias con el fin de contactar a aquellos pacientes que no se ubicaron telefónicamente, para hacer el diagnóstico en terreno de sus necesidades. Este operativo continuó por todos los sectores afectados, como también en los albergues donde se han derivado algunos familias, para tener la certeza de lo que necesita cada niño y su familia.
La situación al momento es que hay 90 pacientes que vivían en los cerros incendiados, de los cuales 23 perdieron por completo sus casas y una con daño parcial. “Estos niños están en casas de sus familias y solo dos de ellos están en albergues”, señaló Margarita Solar, Directora de Teletón Valparaíso, quien agregó que “nosotros seguimos en este operativo ya que aún nos falta tomar contacto directo con cuatro pacientes.”
Margarita Solar ha mantenido informada a la institución desde el primer momento y es quien ha estado coordinando las ayudas para los damnificados. Ya se han entregado útiles de aseo, pañales y comida no perecible, que los profesionales y voluntarios llevaron hasta los albergues. “Estamos muy conmovidos con lo que está pasando y vamos a estar cerca de nuestros pacientes, sus familias y de alguna manera con toda la gente a la que podamos llevar una pequeña dosis de esperanza”, manifestó la Directora.
Algunas de las familias visitadas en el operativo médico y social, son la de Nicolás Fuentes, de 14 años. Su casa se quemó por completo y en el lugar solo estaba su abuelo Victor Fuentes, quien contó que en la casa vivían 15 personas, todos familiares. Lo perdieron todo, pero afortunadamente el niño está bien, salvó su silla de ruedas y se encuentra en el albergue Juan Bosco. Terminado el operativo, los profesionales fueron a los albergues para ver el real estado de los pacientes, en especial de Nicolás. Otra de las viviendas visitadas fue la de Eric Rojas, que tiene 23 años de edad. Su casa resultó totalmente destruida. La misma realidad vive la ex paciente Rosita Núñez y otra veintena de familias.
