Phillippe Croizon, el piloto con discapacidad que compite en el Dakar 2017
Su objetivo no es ganar la prueba de coches, sino demostrar que se puede llegar muy lejos aunque existan limitaciones físicas.
Phillippe Croizon es un ejemplo de perseverancia y fuerza. El accidente que tuvo en su juventud no le ha impedido cumplir sus sueños y así lo demuestra, porque es el primer piloto sin piernas ni brazos que compite en una de las pruebas más peligrosas del mundo: el Rally Dakar 2017.
La vida del deportista dio un giro inesperado a los 26 años, cuando recibió una descarga eléctrica que le causó graves heridas y tuvo que ser amputado de urgencia. «El accidente sí cambió todo pero me gusta mi vida porque logré hacer algo. Soy autónomo y es mi meta», dijo a la BBC.
La historia del deportista Philippe Croizon es sorprendente. Luego de nadar por los cinco continentes, y cruzar nadando el estrecho que une a Francia con Inglaterra, el francés propuso como desafío recorrer el mundo sobre un vehículo adaptado.
«Siempre comparo la discapacidad con el deporte de alto nivel. La persona con discapacidad también lucha por un resultado y por superarse, por ejemplo, cuando logra ponerse los calcetines solo», señaló.
Croizon corre junto a su copiloto Cédric Duplé en un buggy adaptado a cargo del equipo de Yves Tartarin, un experimentado corredor que ha participado 18 veces en el Dakar. El sistema de conducción es similar al que lleva en su auto personal.
«Lo controlo todo con el brazo derecho, con el izquierdo no hago prácticamente nada, sólo encender las luces y poco más. Tengo un joystick que utilizo para acelerar, frenar y girar el volante. Es como jugar a un videojuego en una pantalla gigante», comentó el corredor, que en este momento se encuentra en la etapa 2 de la carrera en Tucumán.
Para reunir los fondos necesario para su participación en el rally, Croizon recibió la ayuda del Nasser al Attiyah (ganador del Dakar en 2011 y 2015) para completar el presupuesto.
