Presentan prótesis de brazo para niños «multifuncional» y de bajo costo
El diseño de la prótesis y sus diferentes adaptaciones permiten que los niños puedan disfrutar de actividades cotidianas como utilizar cubiertos, tomar jugo, jugar a la pelota, entre otras actividades.
El deseo por crear las mejores prótesis para ayudar a rehabilitación e integración de las personas con discapacidad está lejos de acabarse. Todo lo contrario, está en su mejor momento creativo y una buena muestra de ello es la creación de la «SuperGiz», una prótesis de brazo fabricada mediante la impresión 3D, con un anclaje universal.
Este nuevo modelo de prótesis permite intercambiar una variedad de gadgets o dispositivos, para que los niños puedan disfrutar de actividades cotidianas como utilizar una cuchara, andar en bicicleta o jugar tenis.
«SuperGiz» es un proyecto a cargo de la compañía Nación Pirata y el grupo de trabajo Autofabricantes de Medialab-Prado, con el apoyo de la Fundación Rafapuede. Este equipo español con sede en Madrid diseñó la prótesis con un código abierto, es decir, un software desarrollado y distribuido libremente, para que cualquier persona pueda reproducir el modelo, solo adaptándolo a sus medidas personales.
Una de las inspiraciones de los creadores fue el pequeño Jaime, un niño de seis años que nació sin la mano derecha y que fue el primero en probar los gadgets de esta prótesis revolucionaria. «Hay cosas que nunca van a poder hacer y gracias a esta prótesis pueden hacerlo como cualquiera», comentó Irene Agundes, madre de Jaime.
«Desde el nacimiento de esta empresa, hemos tenido claro que queríamos poner en marcha proyectos sociales que aporten algo bueno a la sociedad y, especialmente, ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad», explicó Cristina Coello, cofundadora de Nación Pirata.
Uno de los objetivos de este equipo es desarrollar talleres abiertos al público y dirigidos a profesionales del sector socio-sanitario, ingenieros, diseñadores y familias. El primer encuentro, se realizó este sábado, donde se explicó el proceso que llevó al diseño y creación de «SuperGiz» y cómo la impresión 3D puede aportar gran cantidad de soluciones para las personas con discapacidad.
El precio de esta prótesis bordea los 400-500 euros, es decir aproximadamente unos 300 mil pesos chilenos. «Hablamos, por ejemplo, de una prótesis estética que suele estar entre los 3.000 y 4.000 euros, es un proyecto de bajo costo que abre una ventana al futuro», agrega Cristina Coello.
