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Corporativo
26 de mayo | 2015

Tetrapléjico logra dar apretones de manos  y hasta  jugar “ca-chi-pún” gracias a brazo robótico

 Tecnología de punta permite a persona en situación de discapacidad mover su extremidad gracias a impulsos nerviosos conectados con la prótesis.

Por Administrador General

Los avances de la ciencia siguen sorprendiendo. En Estados Unidos se probó un implante cerebral que permite percibir  la intensión de un paciente tetrapléjico, para mover un brazo robótico. El experimento es una nueva esperanza para dar movilidad a aquellas personas en situación de discapacidad con parálisis o sin una extremidad.

La primera persona en el mundo en probar este sistema fue Erik Sorto de 34 años, quien quedó paralizado del cuello para abajo a los 21, producto de una herida de bala. “Erik es la primera persona en el mundo que tiene una prótesis neural implantada en una región del cerebro donde se generan las intenciones”, señaló el estudio publicado en la revista especializada Science.

Sorto recibió su implante cerebral en 2013 y practica con el brazo robótico que no está adherido a su cuerpo, dentro del centro de rehabilitación Rancho Los Amigos de Los Ángeles- California, en Estados Unidos.

Luego de varios intentos aprendió a dar un apretón de manos, hacer un batido de frutas, beber desde un vaso e incluso, jugar “ca-chi-pún”.

“Me sorprendió lo fácil que era…Bromeo diciendo que quiero ser capaz de tomar mi propia cerveza a mi ritmo. Creo que si fuera suficientemente seguro, me encantaría cuidar de mí mismo: afeitarme, cepillarme los dientes. Realmente extraño esa independencia”, finalizó contento Erik.

Esta prueba clínica se realizó en colaboración entre Caltech, la escuela de medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC) y el centro de rehabilitación Rancho Los Amigos.

“Cuando uno mueve un brazo, realmente no piensa qué músculos activar y los detalles del movimiento, como levantar el brazo, extender el brazo, alcanzar el vaso, cerrar la mano en torno al vaso, y así sucesivamente”, explicó el profesor de neurociencia en Caltech y principal autor del estudio, Richard Andersen. 

Años atrás hubo intentos de utilizar implantes cerebrales para controlar las prótesis, colocando el aparato en la corteza cerebral motora que controla los movimientos. Dicho experimento se realizó colocando dos series de microelectrodos en la corteza parietal posterior (CPP), zona del cerebro que procesa la planificación de movimientos. Sin embargo, el resultado no fue el esperado por los científicios debido a que se consiguieron movimientos poco fluidos y que en el reciente implante, fueron corregidos.

Fuente y foto: www.nacion.com

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